Ya que este día lo tenía planeado como libre, decidí visitar Nagoya, la ciudad desde la que sale el avión. Me levanté de nuevo a las seis y pico para aprovechar el día y cogí un shinkansen antes de que las hordas invadieran las estaciones de metro en la hora punta.
El día estaba desapacible, con lluvia ligera. En Nagoya mi intención era ver primero el museo de robótica, según mi guía abierto los lunes. Cuando llegué a la zona lo primero que me dijeron fue que el museo está cerrado de manera permanente, parece ser que no era rentable. Pues nada, una pena, y eso que la guía es de marzo de este año.
Lo siguiente que tenía planeado para ver era el castillo de Nagoya, otro bastión feudal de la primera época Tokugawa. Fue totalmente destruído durante la Segunda Guerra Mundial y vuelto a construir. No es tan impresionante como el de Himeji, pero tiene una pequeña colección del tesoro del clan Tokugawa, los shogunes que dominaron Japón durante más de cien años.
Frente al castillo se encuentra el teatro Noh de la ciudad, abierto al público. Estuve viendo el escenario y una exposición de ropas y máscaras que usan los actores. Éste es un teatro muy distinto del que conocemos, ya que el escenario, por ejemplo, es fijo y consiste en un pabellon de madera conectado con el backstage con un corredor de madera. La posición de los actores en el pabellón está fijada también, y se declama la obra musicalmente.
El resto de museos de la ciudad, por ser lunes, no estaban abiertos así que no me quedaba mucho más que hacer en Nagoya, y pocas ganas porque ya se me acababa el viaje. Comí el plato típico de la ciudad que consiste en anguila, arroz y salsa verde de cebolla antes de coger el tren para el aeropuerto, donde está el hotel para mi última noche (por el momento) en Japón. Mañana cogeré el avión a las once de la mañana, me espera casi un día entero de vuelos y aeropuertos antes de volver a casa.
He disfrutado mucho escribiendo este blog, y me ayudara a recordar todos los momentos que he pasado y las cosas que he vivido y disfrutado. En los próximos días me dedicaré a reescribir las entradas con las eñes y tildes que faltan (mira que me j**e escribir sin ellas) y a añadir las fotos que he sacado. También pienso organizar la información y añadir artículos que pienso pueden ser valiosos para futuros viajeros al país del sol naciente.
A todos los que me han seguido y apoyado, muchas gracias. Nos vemos en España.
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6 comentarios:
No sé si te da más pena a ti o a mí que se acabe tu aventura japonesa. He disfrutado mucho con tu blog. ¡Un besazo y feliz regreso!
Betty Boop
Ya era hora de que te vinieras chaval! Ya está bien de dar envidia sana al personal! :D
Cuando llegues y te recuperes del viaje durmiendo a pierna suelta ya nos avisarás para poder verte, porque vas a llegar arrastrándote ... y con lo que te gusta dormir!
Me ha gustado mucho leerte casi a diario, lo que el trabajo me ha dejado. Espero que me cuentes detalles e historias en persona.
Un abrazo y buen viaje
Aww... vaya amigos que tengo... muchas gracias, espero veros a los dos.
Un abrazo grande
bueno, siento que se acabe, sé lo que estás disfrutando...
pero así son los viajes... hay que volver algún día.
Nos vemos mañana en el aeropuerto. Un beso.
Joe, no he llegao a tiempo para desearte buen vuelo. Nada, que la verdad es he vivido casi-a-diario tu viaje (aunque una parte de mí vigilaba que no me pillasen en Japón... razón por la cual no he podido responder...)
En fin, que ya nos contarás y nos enseñaras fotillos. Un abrazo.
Lur, gracias guapísima por todo el apoyo y tus comentarios que me animaban a seguir escribiendo. Y por venir a buscarme al aeropuerto saliendo directamente del trabajo.
Jeje, me alegra que te distrajera Artur. Me ha gustado lo de escribir segun viajaba. A ver si otros toman mi ejemplo..
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