Doy por hecho que el lector conoce los tipos de alojamiento que puede uno encontrar en Japón, y si no, puede leer esta excelente página con más información. Me centraré también en los dos núcleos donde hay más oferta y puede ser complicado perderse; Kyoto y Tokyo. También, y para no hablar de lo que no sé, he de indicar que yo hice todas mis reservas desde casa antes de salir (porque yendo solo me daba un poco de canguelo ir a pecho descubierto); la otra opción es hacer las reservas sobre el terreno en las oficinas de turismo, donde se puede encontrar una mayor oferta que en internet.
En Kyoto lo más importante es reservar con tiempo, idealmente cuatro o cinco meses antes. Esta ciudad, a pesar de ser grande, es visitadísima ya incluso entre los propios japoneses, añadid a eso todos los gaijin que nos sumamos. Una reserva con tiempo, además, te permite disfrutar de los mejores hoteles, cosa que de otro modo no encontrarás.

Mi experiencia; en Kyoto me quedé en un ryokan pequeñito cerca de la estación, el Heianbo. Barato y correcto. Dado que no había plaza para todos los días que pasaba en Kyoto, cogí para la última noche otro llamado Hatoya Zuihoukaku; más caro, en teoría para descansar mejor. Pero no te engañes, no vas a parar nada más que para dormir, y para eso cualquier alojamiento es bueno. Mi consejo es que no te gastes más de lo imprescindible.
En cuanto a Tokyo, hay que tener en cuenta que en esta megalópolis vas a necesitar sí o sí estar cerca de las líneas de transporte. La línea de tren que conecta los principales barrios es la circular, la JR Yamanote. Una buena opción es buscar alojamiento cerca de las estaciones de esta línea. En particular, hay nodos donde se cruzan otras líneas, como Kanda donde también puedes coger la JR Chuo Line (que cruza la circular de un lado a otro). En este enlace tienes los mapas de tren y de metro de Tokyo, no te asustes. Hay muchísimas opciones.
Mi experiencia; en Tokyo me quedé en el hotel Parkside, en Ueno, una de las estaciones de la JR Yamanote. Es una zona tranquila que sin embargo tiene muchísima vida en las cercanías de la estación, bajo las vías del tren hay comercios, restaurantes y locales recreativos para todos los gustos. Elegí este hotel porque tenía buenas vistas (justo enfrente está el enorme parque de Ueno) pero tuve que gastarme un pelín más que en otros sitios.

Como en Kyoto, te recomiendo que no gastes más de lo imprescindible, y que prime la situación con respecto a transportes más que otra cosa. Para disfrutar Tokyo poco tiempo vas a pasar en la habitación...
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