viernes, 26 de septiembre de 2008

25 de Septiembre - Paraíso friki

El distrito de Ueno es famoso por ser centro de varios museos, como el de Arte Metropolitano, el Nacional, el de Ciencias... todos ellos se encuentran en el parque del mismo nombre; el parque Ueno. Desde Nikko llevo varios días cansado, y por eso hoy también me lo he tomado con tranquilidad para caminar sin prisa por los estanques, templetes y avenidas. El parque es grande y descuidado; supongo que finalmente aceptaron el hecho de que no es posible recoger todas las hojas que caen en todo momento, a diferencia de la pulcritud de las calles de las ciudades.

El parque cobija a muchísimos vagabundos que parecen vivir en pacífica armonía. El aislamiento social es patente y más tal vez en la sociedad tokiota, donde siempre reinan las prisas. En los documentales que he estado viendo se habla de este colectivo; por el carácter japonés, además, sufre de unas limitaciones autoimpuestas bastante considerables.

En el museo de Arte Metropolitano había una exposición de Vermeer así que, como ya la he visto en Madrid, no he entrado. Sin embargo en la cafetería he encontrado a una muchacha con un buen dominio del inglés y he estado charlando con ella del trabajo, de los viajes y de los idiomas. Esto son vacaciones, poder pararse a hablar con alguien desconocido sin prisas, como heraldo de la tradición griega en la que hablar con otra persona es aprender.

No me apetecía entrar al museo Nacional así que he hecho una visita relámpago a Akihabara para comprarme la dichosa PSP. Espero que funcione en España... después he vuelto a Ueno para ver el misterioso matsuri Ningyo-kuo del que nadie ha oído hablar. Este matsuri consiste en una misa budista que se celebra para honrar a las muñecas que ya no son útiles, pero que sin embargo tienen una importancia especial para sus propietarios. Las creencias budistas dan apoyo a esta tradición plenamente. Muy curioso de ver.



Por la tarde he cruzado la ciudad para llegar a Nakano, donde se encuentra uno de los mayores centros de manga/cosplay/toy/anime de Japón. Es la sede del comercio Mandarake, centro comercial casi por entero dedicado a esta temática. Desde tiendas con material sobre los idol (los grupos o personas fetiche de los que se enamoran los japoneses) hasta tiendas con figuras de época de Mazinger, Ultraman (personaje con casco de insecto que aquí es una leyenda), Gundam, Godzilla y todos sus imaginativos oponentes (muy pero que muy imaginativos). Hay tiendas nada más que con clics de Playmobil (pero en versión friki), otras con librerías y librerías repletas de tomos manga, otras con figuras para colgar de los móviles, otras que ni sé de qué son, otras con temática starwars, otras con los máster de películas de anime (puedes pedir un dibujo original usado para la animación de cualquier película que te guste), otras sobre una especie de muñecas raras, otras con vestidos y uniformes para disfrazarse... todo un paraíso friki. Repleto de gente. Me he comprado algunos souvenirs (jeje) y he paseado por todo ese universo para finalmente arrastrarme de vuelta a Ueno, nuevamente fundido.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

¡por fin la PSP! Claro que funcionará a la vuelta. Faltaría plus.
Vamos que el día ha sido como un viaje al Paraiso, tooooodo estaba allí. Me alegro que hayas disfrutado.
Aún quedan muchos días, saborea cada momento

Anónimo dijo...

vaya!! si llego a saber que ibas a ir al matsuri Ningyo-kuo, te vacío la maleta de ropa y meto todos los muñecos para que los vendigan!Con lo felices que estarían todos ahora, tan santos y místicos!

Anónimo dijo...

había cosas para colgar del móvil? me traeras alguna, verdad? como la que tiene nuestra anónima Betty Boop!

Isma dijo...

Pues si que podria haberme llevado a las marionetas y muñecas de casa. La bendicion consiste en que le dan unos rezos y despues las echan al fuego.

En cuanto a los colgajos de los moviles, supongo y espero que por el bien de nuestra relacion lo estes diciendo en broma...

Anónimo dijo...

Jajajaj... ¡aquí está la solución! Qué heavy el destino de las muñecas viejitas... mucha bendición, ¡pero nadie las salva de la quemaaaaa!
La anónima Betty Boop.